...Pero el aroma alérgico de las hojas polvorientas se trasformaba pronto en un confort despreciable ante tanta acústica, tanto silencio. y de pronto te vez parado sobre lo que sea, mirando, observando con los ojos cuando en realidad es lo ultimo que utilizas o quizieras utilizar. Y así, entre aroma y aroma se van moviendo los cuerpos, las miradas, las palabras innecesarias y los gestos burdos. el conformismo y la rutina manifestándose descaradamente.
1er. timbre: los rostros muestran una leve alegria cronometrica; 2º. timbre: se desenvuelve el pan y se toma la leche; 5º. timbre: las vejigas deben vaciarse y los pies rondar tres veces una cancha plástica; 6º. timbre: la fuerza civil ingresa a los reos violentamente a sus clases.
Y allí te posas nuevamente y el ombligo te duele, otra vez te apoyas en las letras trazadas medio siglo atrás, paginas duras y amarillentas con olor a cevada fermentada y polillas ancianas ya cansadas de buscar tanta luz, tanto calor.
Y el pasado aflora como la tierra humedecida de las mañanas y los tréboles recién brotados que como la malteada oscura, son arrebatados de sus raíces tras pisadas petulantes y apresuradas de oficinistas, escolares y automovilistas en practica, allí queda sobre la acera, agonizando durante tres tardes y noches esperanzadoras.
Pero todo es ficción, imaginación, especuladores de lo que una mente ajena quisiera buscar, y claro, recuerdas el trébol, le vieux livre, los aromas y las caras ojerosas de tus compañeros. ...y estas allí, pero sin el trevol ni le vieux livre, tan solo los ojos somñolientos integrándote a esa bundanidad, a las conversaciones sin trascendencia de jóvenes "soñadores", la silla demora en calentar y puedes ver el sol en su ciclo nupcial, contaminado, quizá, con nuestros mismos venenos.
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y como morelli no ha querido ausentarse:
"...cuando se da cuenta que es inútil, que la verdadera condena es eso que ya empieza: el olvido del edén, es decir, la conformidad vacuna, la alegría barata y sucia del trabajo y el sudor de la frente y las vacaciones pagas."
"...cuando se da cuenta que es inútil, que la verdadera condena es eso que ya empieza: el olvido del edén, es decir, la conformidad vacuna, la alegría barata y sucia del trabajo y el sudor de la frente y las vacaciones pagas."